12. Construcciones residenciales

 

Casa urbana. La casa urbana ideal, según Vitrubio, disponía de dos núcleos cada uno con su patio. De izquierda a derecha: entrada (fauces, para los romanos), junto al establo (futuro garaje), y androceo (vivienda de los hombres o parte pública de la casa). Una galería conecta con el gineceo (casa de las mujeres y niños), que también disponen de un patio. Al fondo a la derecha se situaría el tálamo nupcial o dormitorio del matrimonio 

1. LA CASA GRECOLATINA: TIPOLOGÍAS

1.1. CASA URBANA. Pertenece a la tipología oriental de casa con patio introvertida. Es decir, desde el exterior, desde la austera fachada que da a la calle, nada puede intuirse de la distribución y la decoración interiores. Lógicamente, pasear por aquellas calles no debía ser un placer arquitectónico al carecer de fachadas dignas de ser admiradas. Más aún, a menudo la estrecha fachada se alquilaba para que los comerciantes ubicaran sus tenderetes, de modo que el paseante sólo apreciaba de cada vivienda el portal. Vitrubio nos ha dejado una descripción minuciosa de una casa ideal. Las ilustraciones por encima y debajo de este párrafo se ajustan al modelo vitrubiano.

Casa urbana. En esta ilustración el lugar de los caballos ha sido remplazado por un negocio de venta a la calle, en este caso un termopolio (una taberna). El atrio es imprescindible; un segundo patio puede convertirse en un peristilo decorativo o de ocio. La conexión entre ambos patios, o bien trentre androceo y gineceo, se realiza por medio de un pasillo y un despacho (tablinum, número 7 en la ilustración).

Triclinio. En el Museo Arqueológico de Múnich puede admirarse esta reconstrucción de un triclinio: tumbonas de comedor en torno a un trípode sobre un suelo de mosaico. En las paredes decoración de guirnaldas sobre fondo cereza y un zócalo en púrpura y dorado

1.2. VILLAS. Los potentados romanos lo eran gracias a sus logros militares y sobre todo gracias a sus haciendas de producción agropecuaria donde empleaban miles de esclavos. Lejos de las restricciones de espacio que imponían las ciudades, las casas solariegas o villas (villae en latín) ofrecían mayor libertad de diseño. Las villas recuperadas por la arqueología coinciden siempre en destacar como edificio anexo espléndidas termas (baños) de diseño muy imaginativo. Algunas de las más asombrosas son la Villa de Casale (Sicilia) y la Villa de La Olmeda (Palencia). La famosa Villa de Adriano en Tívoli asombra por sus dimensiones.

Villa. Esta reconstrucción de la villa de La Olmeda (Pedrosa del Ríos, Palencia) destaca a la izquierda un gran salón decorado por un mosaico que puede presumir de ser uno de los mejores hallados en nuestra península; este espacio sería el oecus, sala de recibir principal. A la derecha se observa una construcción anexa, los baños. Todas las habitaciones principales de esta gran villa romana se benefician de calefacción de suelo radiante gracias a un hipocausto, espacios vacíos bajo el suelo por los que circulaba aire caliente 

1.3. PALACIOS. La escala y en algunas ocasiones la originalidad distinguen a los palacios, ya que sus amplias dimensiones les permiten incorporar construcciones lúdicas como teatros privados. Por desgracia, no se conserva ninguno con la suficiente calidad que merezca una visita.      

El oecus era la habitación mejor decorada en la casa romana, así que le imaginamos un uso particularmente social. En la Casa de los Vetii, Pompeya, los trampantojos recubren todas las paredes haciéndonos creer que abundan las placas de mármol en el zócalo y que, por encima de este, la solidez de la arquitectura se difumina por la abundancia de ventanas. En el centro de una de las paredes destaca un fresco de gran calidad pictórica donde los personajes principales son Mercurio y Juno

 

2. LA CASA GRECOLATINA: DISTRIBUCIÓN

2.1. Entrada. La conexión con el exterior es secreta. O dicho de otro modo, es imposible ver nada del interior de una domus desde el exterior. Cuando menos habrá una cortina que impida semejante visión, para evitar el mal de ojo. En la casa romana la entrada se decía fauces, podía tener perro, cirvcunstancia que se advertía con un mosico en el suelo ("Cave canem": "hay perro") y a veces un esclavo que ejercía de portero. 

2.2. Patios. El patio funcional es aquel construido bajo un tejado a cuatro vertientes (compluvio) que escurren el agua dentro de un aljibe rehundido en el suelo (impluvio). Este patio es verdaderamente multifuncional: distribuye las habitaciones, recoje agua y permite la ventilación de la domus. Si la casa es amplia con seguridad dispondrá de un segundo patio con funciones lúdicas y de huerto. Los más elegantes disponen alreddor una columnata o peristilo. 

2.3. Comedor o triclino. El comedor era la estancia principal y mejor decorada porque se empleaba para el desarrollo de la vida social. Allí el hombre griego celebra sus banquetes y simposios (charlas y orgías posteriores a la cena) animado por sus amigos, las prostitutas y las hetairas; las mujeres de la casa no podrán asistir hasta bien avanzado el Imperio romano. Los comensales se recostaban sobre mullidas poltronas o sobre un poyete de construcción en forma de U, como si juntaran tres camas (de ahí el nombre triclinio, tres klines) y alcanzaban los alimentos dispuestos sobre las mesas trípodes.  

2.4. Oecus. Dice Vitrubio que en la vivienda romana esta es la habitación principal, coincida o no con el comedor, y su sentido era eminentemente social. Esta habitación cuenta con el elemento decorativo más detscado de la casa, sean frescos en las paredes o mosaicos de lujosa factura. 

2.5. Tablinum. También en las residencias romanas el paterfamilias disponía de una habitación simbólica donde representar su papel de rey de la casa. Por la mañana, sentado en el tablinum, recibía el saludo de su familia y esclavos. En la casa ideal el tablinum conectaría las zonas pública y privada y como su mueble principal era una mesa tendría el aspecto de los despachos actuales.  

Triclinio de obra

 

3. LA CASA GRECOLATINA: DECORACIÓN

La decoración no existía en la casa griega: tierra apisonada para el suelo y paredes desnudas. En las últimas décadas se van encontrando excepciones en la Grecia helenística posterior a Alejadro: la villa del Rapto de Elena situada en la ciudad de Pella, antigua capital macedonia, estaba decorada  con mosaicos de gran calidad. 

Por el contrario, la vivienda romana de las clases pudientes se presentaba sencilla al exterior y colorista y suntuosa dentro: frescos, mosaicos, cortinas, cojines, muebles de bronce. Las ruinas de Pompeya y Herculano nos han descubierto paredes pintadas con trampantojos que simulan ventanas abiertas a paisajes primaverales y estucos que imitan las vetas del mármol.

Atrio. Repertorio decorativo de la casa romana de postín representada en un atrio. El aljibe o impluvio enmarcado con losas de mármol. Suelos tapizados de mosaicos. Muebles de bronce: lámparas y un asiento. Paredes decoradas con pinturas, en este caso retratos y paisajes. Lugar especial, tras unas cortinas, para el larario, un pequeño altar para el culto a los antepasados

Trampantojo. Esta acuarela realizada pro Jean-Claude Golvin reconstruy el aspecto de una sala romana decorada por medio de trampantojos que representan unj jardín a lo largo de cuatro paredes

Los palacios difieren en grandeza de una casa plebeya, pero no en estructura y organización.
omo curiosidad, la Domus Áurea de Nerón contaba con un salón del trono octogonal. Descubierta a principios del siglo XVI, sus grutescos darán lugar a una moda decorativa en la madurez del Renacimiento.

Grutescos. Los fantasiosos y delicados grutescos de la Domus Áurea fueron imitados en numerosos interiores elegantes de la primera mitad del siglo XVI (Manierismo) y sobre todo en el último cuarto del siglo XVIII  (Neoclasicismo). Sus finos dibujos darán lugar al llamado "estilo etrusco" neoclásico


 
Trampantojos y biselium. Pinturas como trampantojos de ventanas abiertas a paisajes y ciudades fantasiosas y suelos de mosaico decoran este cubiculum, esta habitación. El mueble acompañado de escabel es posiblemente un bisellium, un sillón de gran dignidad y riqueza decorado en sus estructuras con plaquetas de marfil y relieves. Los muebles se encuentran en el Museo Metropolitano de Nueva York y proceden de una villa romana descubierta en Boscoreale (Nápoles)

 

 

4. LA CASA GRECOLATINA: MUEBLES

Debemos recordar que hasta hace apenas un centenar de años, muebles y ropas eran consideradas artes suntuarias antes que objetos comunes. Su precio era muy elevado y se incluía en las herencias como bienes muebles. Cuando hablamos de muebles antiguos, siempre nos estamos refiriendo a posesiones de las clases adineradas.

Taburetes con soportes de tijera. En Roma, este asiento es el curul 

 

El material del mueble griego es la madera, que ya entonces se decoraba con las técnicas que le son propias: el tallado, el torneado y la marquetería. Los romanos de alcurnia incorporaron el bronce en lechos y trípodes, mientras las clases populares sacaban partido del mimbre. 

Arcón (kibotos en griego) y silla de brazos y soportes rectos representados en un estela helenística


Los muebles grecorromanos más conocidos son los de asiento: la banqueta o taburete, que cuando tiene estructura de de tijera se llama en Roma curul, mueble de gran trascendencia en la historia de esta especialiad; la silla griega por antonomasia, dicha  klismos, de características patas divergentes, muy imitada desde finales del siglo XVIII. Las butacas envolventes de mimbre son representadas en numerosas figuraciones romanas. Según algunos textos, los romanos contaban además con una tipología específica de asiento de dignidad: el bisellium, adelantado por un escabel donde reposar los pies. Ofrecía una imagen señorial del amo de la casa.   

Klysmos contemporáneos, el segundo de metacrilato (modelo Santorini de Dragonete, Ltd.)

 

Klysmos, la silla griega de soportes divergentes

 

 

Las fastuosas mesas de mármol romanas se denominaban cartibulum y reposaban sobre trapezóforos de talla virtuosa que recreaban cabezas de león. Las mesas de bronce ligeras, los tripodes, tenían igualmente patas zoomórficas.

Trípodes, las mesas de comedor, la segunda de bronce. Muy imitadas en el siglo XIX (estilo imperio)

 

Hasta el final de la Edad Media no habrá armarios. Las cosas se guardaban en arcas o cofres, ya de tapa plana o curva (baúles).

Cama elegante con estructura de bronce