18. Islam en tiempos modernos: mudéjar y otomano

Para la historiografía tradicional, la Edad Media termina, en general, con la conquista de Constantinopla por Mehmet II y su conversión en Estambul, capital del Imperio Otomano (1453); y en particular para España, la Edad Media termina con la conquista del sultanato de Granada por los Reyes Católicos y su incorporación al reino de Castilla (1492).
Occidente     Durante los tres siglos de Edad Moderna (siglos XVI, XVII y XIII) el arte islámico continúa impresionando a los europeos. Sobre todo en España y Portugal, la tradición musulmana perdura claramente visible en la decoración de palacios como El Escorial, de ricos azulejos, aunque hayan perdido los motivos geométricos, y se muestra una influencia principal en algunos muebles, sobre todo cofres, y en toda la cerámica de los grandes centros alfareros (Manises, Paterna, Barcelona, Muel, etc). La historiografía suele adjetivar como mudéjar todo este arte de estilo islámico creado por cristianos. Más aún, será moda en numerosos países del norte de Europa, el poseer alfombras turcas del tipo Holbein, utilizadas durante los siglos XVI y XVII para cubrir mesas.
Imperio Otomano     La gran potencia de Oriente controla el norte de África, buena parte de Europa oriental, Anatolia y Siria. Algunas ciudades atesoran vestigios decorativos en mansiones museos donde sobresalen las salas de recepción (Qa'a) tapizadas de azulejos y maderas pintadas.     
 
 
Mudéjar 

Es casi insostenible en el siglo XXI que empleemos un término estilístico que, en realidad, no alude necesariamente a una conjugación de formas (que sería lo propio de un estilo), sino a la etnia religiosa de sus artífices. Porque mudéjar solo significa arte creado por cristianos empleando estilos islámicos. En consecuencia, cuando decimos "estilo mudéjar", para hacerlo realmente comprensible, deberíamos añadir un segundo término verdaderamente estilístico, por ejemplo: "románico-mudéjar", "gótico-mudéjar", "almohade-mudéjar", "nazarí-mudéjar". 

A propósito, a menudo el mudéjar muestra eclecticismo, esto es, suma de elementos de distintos estilos medievales, unos "cristianos" y otros "islámicos". Por ejemplo, las famosas torres mudéjares de Teruel (siglo XV) y el abundante neo-mudéjar de Madrid (siglos XIX y XX) gustan de combinar elementos provenientes de distintos estilos medievales, unos de los llamados “estilo cristianos” (románico, gótico) y otros de los llamados islámicos (almohade, nazarí). 

El mudéjar en Sevilla se encuentra en los Reales Alcázares, obra emprendida por el rey de Castilla Pedro el Cruel. Salta a la vista que el estilo que observamos es nazarí por su similitud con los patios cruceros de La Alhambra y los pórticos decorados con sebka. Sin embargo, siguiendo la tradición historiográfica en España, diremos mejor "nazarí-mudéjar"


Impresionante arca de madera taraceada, muy probablemente española, aunque podría ser italiana. Algunos textos hablan del arte de la taracea de los talleres venecianos, donde esta técnica decorativa se denominaba certosina, aunque también podría ser una pieza española. Londres, V&A

 

Lazo entrecruzado formando estrellas en un techo conservado en Londres, V&A, museo que discute la procedencia (¿España o Egipto?)


Jamuga del Museo de La Alhambra. Ante un mueble como este, el término "mudéjar" cobra algo de sentido: se trata de una tipo de mueble propio de reyes cristianos, pero decorada con la técnica y los motivos propios de la taracea islámica


Armario, MAN, Madrid
Armario de estilo mudéjar (Madrid, MAN)


















Estambul otomano

Mezquita Suleymaniye o de Solimán


Mezquita Ahmediye












Rendida Constantinopla en 1453, sus conquistadores le mudan el nombre (Estambul) y centran aquí la capital del Imperio turco... pero no mudan el arte. En adelante, construirán sus aljamas tomando como modelo Santa Sofía. Traemos una foto de la Mezquita de Solimán (Suleymaniye).A este modelo la historia de la arquitectura lo denomina mezquita de cúpulas.
Durante la Edad Moderna, el turco fue el único imperio capaz de retar, por dimensiones, riqueza y poderío, al español y a las potencias europeas. Sin embargo, mientras Occidente evoluciona a nuevas formas de vida en comunidad que desembocarán en la modernidad, el gran imperio turco preservará sus directrices mediaveles. En consecuencia, su arte tampoco evoluciona con tantos cambios como el europeo.
Los vestigios de decoración islámica turca muestran interiores con características decorativas a las encontradas durante su formación medieval. Son especialmente famosas las estancias del serrallo del Palacio Topkapi de Estambul.
Espléndidos azulejos azules y verdes en la monumental cámara de Murad III, rematada por una amplia cúpula, siglo XVI, Harem del Palacio de Topqaki (Estambul). Baldaquinos añadidos en el siglo XVIII

 
Mesa turca, Nueva York: MET
 
 
 
Siria otomana

Alepo, Siria, El Cairo y Atenas fueron algunas de las ciudades principales del Imperio Otomano. En todas ellas se conservan mansiones o palacios con vestigios de decoración original. Así y todo, los mejores ejemplos no se conservan in situ, sino protegidos en museos occidentales.
La famosa Sala de Alepo representa un tesoro excepcional en el Museo de Pérgamo (Berlín). Maderamen de exquisito diseño y profusa pintura en la que no faltan temas religiosos cristianos. En efecto, el comitente no era musulmán.
El Metropolitan Museum de Nueva York exhibe la Sala de Damasco, otra qa'a (sala de recepción) de gran belleza: antecámara con pequeña fuente y plataforma. En las paredes se pinta directamente sobre la madera o bien sobre una pasta de estuco (como la pastiglia de las arcas renacentistas italianas).  
Qa'a de Damasco, Nueva York: ME

Sala de Alepo,Berlín: Museo de Pérgamo