Capítulo 38. introducción al Movimiento Moderno o Racionalismo

¿QUÉ ES EL MOVIMIENTO MODERNO? 
Con el término Movimiento Moderno (sinónimo: Racionalismo) se conoce la cultura del siglo XX que, obstinada en superar la continuidad histórica de los estilos artísticos, reinventó las disciplinas, las puso literalmente panza arriba y, trabajando a contrapelo, extrajo de cada una de ellas su contrario. Se trata, sin duda alguna, de la revolución artística más sobresaliente de la Historia.Veamos cómo se traduce esta afirmación en las distintas disciplinas y después ampliaremos su respercusión en las específicas del diseño.
Sin figuración: la plástica abstracta es la propia del Racionalismo.
Pollock, Ritmo de otoño, 1950, Nueva York, Metropolitan

1. Las artes plásticas, ocupadas desde tiempo inemorial en la recreación figurativa, acceden ahora a la abstracción. Primero, a la abstracción geométrica sesudamente justificada desde teorías de la percepción visual (Kandinsky); después, a la abstracción informal o informalismo, donde la forma resulta de nuevos procedimientos de proyección pictórica sobre la superficie tales como el dripping (el célebre goteo en los cuadros de Pollock).
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2. En artes del diseño la renovación acontece por el abandono de la decoración aplicada (la cual caracterizaba); este enfoque deja a los objetos descarnados, desnudos en su estructura (estructuralista): arquitectura, interiorismo, muebles, ropa... todo el diseño racionalista finaliza con la ideación de la estructura. El diseñador aprende ahora del ingeniero, se niega la comunicación y la retórica del ornato. Gropius no es compatible con Schinkel, ni Chanel con Poiret, sino sus contrarios.
Incluso los monumentos del Movimiento Moderno prescinden
de ornamentos aplicados en superficie, en oposición a
todo el diseño antiguo, tradicional y clásico.
Eso no quita para que puedan resultar extraordinariamente
expresivos y sugestivos. La Ópera de Sydney suscita
asociaciones de objetos y seres marinos (ninguno
en concreto, porque el Racionalismo evita la literalidad),
coherentes con su entorno geográfico

3. En música, algunos creadores alemanes como Schönberg rechazan la sujeción diatónica y tonal de la música de Occidente. Este es un apartado del Movimiento Moderno de repercusión minoritaria, pues exige paciencia y estudio al oído musical desacostumbrado a las escalas cromáticas y la atonalidad que, en una primera experiencia, pueden apenas distinguirse del ruido.


EL MOVIMIENTO MODERNO EN DISEÑO
Si antiguamente el diseñador supeditaba la belleza del objeto a su decoración -al menos, en buena medida-, ahora deberá alcanzarla manipulando la estructura. Más aún, para los estructuralistas puros (los llamados “diseñadores funcionalistas”), la belleza deja de ser una finalidad de la creación, y afirman, como Platón, que un objeto útil es bello por añadidura. Detrás de este ideal estético subyace un ideal socialista de producir objetos bien diseñados a precios asequibles para la masa creciente de ciudadanos con economías ajustadas.
La desornamentación de los objetos, el estrucuralismo puro,
constituye el núcleo del Movimiento Moderno en las disciplinas
del diseño de objetos. La mayoría de los que nos rodean en la
actualidad, por ejemplo nuestras viviendas, encajan sobre todo en
el Funcionalismo, objetos económicos cuyos elementos han sido
fabricados en serie. José Luis Sert y otros, 
Casa Bloque, Barcelona, años 30 
A menudo, en vez de Movimiento Moderno, los libros de arte emplean la expresión “Racionalismo”. Con esta voz se refieren al empleo de la geometría como base de todo el diseño, por lo que la geometría tiene de reducción intelectual de la diversidad natural a unas pocas figuras elementales. Esta reducción se vuelve necesaria cuando, con objeto de reducir costes, se pretende la elaboración en serie dentro de una fábrica.
El Movimiento Moderno nace en el período de Entreguerras y triunfa después de la Segunda Guerra Mundial. En efecto, después de 1945 su éxito fue tan inmenso y caló hasta tal punto en el pensamiento de artistas e intelectuales que a través de él se llegó a formular la oposición “antiguo-moderno”. En adelante, un objeto será calificado de antiguo si exhibe decoración aplicada (es decir, decorativista) o de moderno si carece de ella y exhibe desnuda su estructura o construcción (estructuralista). Oposición que en nuestros días debemos comprender como un mero binomio de especulación intelectual sin connotaciones valorativas. (Nótese que en el habla común acostumbramos emplear el adjetivo “antiguo” con sentido peyorativo y el adjetivo “moderno” con propósito laudatorio, hecho que por sí sólo ya explica sobradamente el éxito alcanzado por el Movimiento Moderno.)
Absotula coherencia estética del Neoplasticismo: la silla de Rietveld
 parece un cuadro de Mondrian tridimensional. En ambos casos 
parecen objetos infantiles, realizados con aparente facilidad, como 
jugando, propósito que convierte al Neoplasticismo en 
una estética casi entrañable 
Por último, una advertencia idiomática. En inglés se habla indistintamente de Modern Movement y de Modernism; la segunda voz nunca debe ser traducida al castellano como “Modernismo”.

ESTILOS DEL DISEÑO RACIONALISTA
(Ampliaciones en los capítulos 29, 30, 31, 32, 33 y 38) 
1. Estilo funcionalista, de colores neutros, volúmenes geométricos puros y materiales industriales económicos.Estética masculina y fabril.
Mientras el Funcionalismo promueve los objetos discretos
y silenciosos, el Expresionismo grita cuanto le es posible.
Caracteriza a estos objetos la yuxtaposición volumétrica
agresiva, desgarrada. En la foto el llamado  
Edificio Lego, Tblisi, Georgia
2. Estilo orgánico, solución monumental o representativa frente a la mudez del estilo funcionalista: por medio del volumen, los objetos biomórficos sugieren vagamente el aspecto de lo vivo.
3. Estilo neoplástico: variante y complemento a menudo del estilo funcionalista, inscorpora los colores primarios. Por estética, es decir, por principios filosóficos, los objetos neoplásticos deben parecer sencillos en su construcción, obvios y totalmente antidramáticos, buscando la comprensión universal (niños y adultos, occidentales y orientales, varones y hembras).
4. Estilo expresionista o constructivista: idéntico en materiales al funcionalista, admite colores dramáticos (rojo, negro, amarillo) y exige volúmenes yuxtapuestos y composiciones dinámicas. asta la Primera Guerra Mundial. 
Fusión de estéticas: el Orgánico u Organicismo 
explica el volumen; el High-Tech, los materiales. 
El resultado: una suerte de pez biónico; 
el estilo orgánico-tecnológico. 
Frank Gehry, Museo Guggenheim, Bilbao
5. Estilo high-tech: manierismo funcionalista que subraya la plasticidad de las estructuras de los objetos buscando mensajes tecnológicos. El favorito de los hombres.
6. Estilo minimalista. Estilo cuya rígida repetición formal pretende, por reducción plástica, la reducción de los pensamientos suscitados por la simple visión de los objetos y así echar una mano en busca de la tranquilidad.
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FASES o ESTAPAS HISTÓRICAS DEL MOVIMIENTO MODERNO
La silla 14 diseñada por el alemán Michael Thonet
en 1859 es el mueble más vendido del mundo y, aunque
carece del menor asomo de decoración aplicada, resulta bella.
No es de extrañar que resultara inspiradora.
También podemos estudiar el Movimiento Moderno más allá de los estilos, esta vez fijándonos solamente en su difusión internacional. Al tratarse de una cultura nueva, ha necesitado décadas para instalarse entre nosotros y convivir con otras culturas simultáneas.  

1. Fase Proto-racionalista, hasta el fin de la Primera Guerra Mundial (1919). En esta fase el Movimiento Moderno no logra destacar como cultura de Occidente. No obstante, los historiadores hallamos indicios de que algo está cambiando, de que está naciendo esa nueva criatura artística. Por ejemplo, los muebles netamente estructurales del diseñador alemán Michael Thonet, elaborados exclusivamente con varillas curvadas; los trajes de punto de jersey para mujeres, sin ornato, de una visionaria y jovencísima Chanel, promocionados durante la Gran Guerra, etc. 
La abstracción en la escultura. 
Tatlin, Contrarrelieve de esquina, 1914
2. Fase Canónica, período de Entreguerras (1919-1939). Es el tiempo de los creadores que idean y materializan las bases del Movimiento Moderno por medio de la geometría y la abstracción, y la fundamentan con manifiestos, conferencias y libros. Gropius, Kandinsky y Mies van der Rohe, diseñan y enseñan en la Bauhaus, lo que les obliga a reflexionar sobre su diseño y convertirlo en principios que puedan comunicar a sus alumnos. También escribía y convencía Le Corbusier por la diversidad y amplitud de su estética. 
En este fase canónica es cuando aparece la abstracción en la plástica, arropada por vanguardias de nombres chocantes (Suprematismo, Rayonismo), así como el diseño desornamentado del Neoplasticismo, el Constructivismo y el Expresionismo, etc
Pero todavía en esta fase, que comprende la segunda mitad del siglo XX, la cultura racionalista debe considerarse menor, al menos desde el punto de vista de la producción, frente a la producción harto más popular de la cultura clásica reinante (el Art Decó).       

Butacas "Vegetal" diseñadas en 2009 por los hermanos Boroullec
para Vitra y realizadas en popipropileno. En el siglo XXI
numerosos diseñadores seguirán fieles al principio moderno
de no aplicar ornamentos a sus objetos, aunque buscarán estructuras
cada vez más decorativas e incluso, como en el caso presente, casi figurativas
3. Fase Internacional, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (1945 en adelante). Los diseñadores modernos son tan abundantes que pueden estudiarse a través de agrupaciones regionales: los escandinavos, los italianos, los estadounidenses, etc. En paralelo, las artes plásticas alcanzan la máxima libertad a través de la abstracción informalista. En esta etapa surgen dos nuevas estéticas racionalistas: el High Tech y el Minimalismo.
Según nos acercamos al siglo XXI, observamos cómo las distintas estéticas racionalistas se fusionan a la búsqueda de nuevas posibilidades para la cultura del Movimiento Moderno.
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MOVIMIENTO MODERNO y TOTALITARISMOS
El Movimiento Moderno es una cultura que en el siglo XX se entendió como democrática y progresista; prueba de ello fue rechazada e incluso vilipendiada por todos los regímenes totalitarios: Hitler (Alemania), Stalin (URSS), Franco (España), Salazar (Portugal). Los nazis montaban hogueras con cuadros abstractos y cubistas. 
Resulta toda una excepción que en la Italia de Mussolini, al menos durante los primeros años de la dictadura, el régimen se mostrara abierto al arte moderno.
La Casa del Fascio en la ciudad de Como (1936), debida al diseñador Giusppe Terragni, constituye la obra maestra del racionalismo italiano. En la sala de reuniones asombra contemplar al Duce apretadamente inserto en un collage neoplástico, y causan maravilla las expresivos sillones de Terragni, cuyos soportes y reposabrazos respiran vitalidad.
Terragni, Sala de reuniones en la Casa del Fascio
La España vanguardista de la II República participó en la Exposición Internacional de París (1937) con un pabellón racionalista de José Luis Sert, donde se exponía la voluntad artística revolucionaria del Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATEPAC) y el cuadro más famoso del siglo XX, el Guernica de Picasso, realizado a propósito para condenar el bombardeo de esa ciudad que sirvió de preámbulo a la guerra civil española.