03. Espacio neolítico

 

Göbekli Tepe (hasta 10.000 AEC). Se compone de altos menhires rematados por monolitos horizontales en forma de T, simplificaciones de la silueta humana, rodeados de galerías anulares. La sola forma del santurario sugiere un encuentro sexual cósmico, con los dos grandes menhires centrales, seguramente monumentos del encuentro de los principios masculino y femenino. Las plantas circulares inmortalizan en piedra la planta de las viviendas estacionales, igualmente circulares.
 
Una nueva situación climatológica, el deshielo de la última glaciación, transforma la geomorfología dotando al planeta de imponentes cursos fluviales (Nilo, Amazonas, Tigris-Éufrates, Ganges, Amarillo) y fértiles riberas donde se multiplican las oportunidades para la vida. En este mundo nuevo de amplias regiones templadas el ser humano da el paso más revolucionario de su historia: asentarse, sedentarizarse, producir sus propios alimentos y conservarlos. Muy pronto, denominará a su lugar de residencia "nación". Pero además, los nuevos pueblos sedentarios y productores, con el alimento asegurado por las técnicas agropecuarias, disponen de tiempo para incrementar y acelerar la invención tecnológica y cultural.
Esta nueva civilización es la que crea la primera arquitectura funcional o de la vivienda, es decir, la arquitectura como espacios habitables sólidos y duraderos; es también la que se enfrenta al problema de disponer la arquitectura en un espacio coordinado con los vecinos (urbanismo); y es la responsable de la mayoría de los megalitos (arquitectura monumental) que conservamos, donde rinde culto a los antepasados (manismo).  
MEGALITISMO     Megalito significa literalmente “piedra grande”. Con enormes piedras se construyen los primeros monumentos de la historia de la humanidad. Casi todos ellos los denominamos con voces provenientes del bretón: crómlech, menhir, dolmen. Creados para la eternidad con piedras ciclópeas, celebran la vida como "nacimiento de la luz", pues en los megalitos más significativos siempre es importante la ubicación y la situación de su eje en línea con la primera luz del invierno (solsticio de invierno).
Crómlech (“corona de piedra”) se refiere a un monumento megalítico formado por menhires (monolitos verticales) que cierran un espacio circular, anular o elíptico. Aunque desconocemos el propósito de estas construcciones, su propia imponencia nos sigiere un uso ritual. En su circularidad repiten la silueta fundamental de los cuerpos celestes y esta forma simboliza lo completo y lo infinito en todos los continentes. Pero ignoramos cómo los usaban. ¿Espacios de predicación abiertos a los fieles? ¿Espacios de sacrificio reservados a ministros y sacerdotisas?
Etapas de construcción del crómlech de los Almendros
(Portugal), utilizado durante miles de años 
Conocido de todos, el crómlech más famoso se encuentra en Stonehenge (sur de Inglaterra, 3.000 a 1.500 AEC) y el más antiguo en Portugal, crómlech de los Almendros (4000 a 1000 AEC), cerca de Évora. 
Mientras que los crómlech convocarían a los pobladores para asistir a rituales, los dólmenes funcionaban como enterramientos colectivos, aunque no abiertos a todo el mundo. Cada vez son más numerosas las pruebas de jerarquización entre las sociedades prehistóricas. El dolmen actúa como recordatorio del linaje de las familias al mando del grupo social. Este tipología social se denomina jefatura y precede a la monarquía. 
Son miles los restos de dólmenes por todo el planeta. Los más complejos están dotados de una galería de entrada y una cubierta de tierra (túmulo). El empleo del dolmen sobrepasa los límites temporales del neolítico y podemos encontrarlos también en la edad de cobre. La trascendencia del túmulo es incluso mayor. En fechas mucho más recientes, nada menos que el primer emperador el Roma, Octavio Augusto, fue enterrado bajo un túmulo siguiendo la costumbre de los etruscos.
Alzado seccionado y planta del dolmen de Menga (Antequera)

En España destaca por sus proporciones y conservación el dolmen de Menga (Antequera, 3800 AEC), tumba de corredor cubierta por un túmulo. En línea con él, el dolmen de Viera y el llamado dolmen tholos de El Romeral.
Magnífica ilustración que imagina el aspecto de Çatal Huyük en su tiempo de esplendor: ilutra la fuente de agua, los campos sembrados, la ganadería, y esa arquitectura centrípeta y maciza que seguramente servía para proteger a la población durante la noche de animales salvajes... o de crecidas del río, o de ambas cosas 
ÇATALHÖYÜK     Asia Menor y la costa oriental del Mediterráneo atesoran las ciudades más antiguas descubiertas por la arqueología: Jericó (Palestina) y Catalhüyuk (Turquía). La última aporta más información que ninguna otra porque se trata de una ciudad por completo desaparecida y abandonada, mientras que en otros casos la ciudad actual encubre los vestigios de la ciudad antigua.
Recinto de culto en Çatalhöyük. Los bucráneos de
arcilla poseen verdaderas astas de toro, animal admirado por su fuerza
extraordinaria en todo el Mediterráneo y Oriente Próximo.
Sobre ellos un ser híbrido y antropomorfo están dando a luz
En Çatalhöyük imaginamos una economía compleja que aúna caza, recolección, agricultura e industria (tejido, cerámica, bisutería) y, como curiosidad, comercio de obsidiana. 
Las excavaciones revelan un tipo de vivienda de pequeñas habitaciones prismáticas recubiertas de cal y dotadas de una pequeña chimenea. Las casas se presentan anejas, hacinadas, sin calles ni pasajes de comunicación; el ingreso se realiza a menudo desde el techo. Tampoco existen plazas: la población se movía sobre las cubiertas de las casas. Bajo el suelo de las viviendas se enterraba a los familiares muertos, seguramente para beneficiarse mágicamente de las reliquias (manismo: culto a los antepasados). 
No se han encontrado viviendas que denoten la existencia de una clase social o económica superior o gobernante. El único espacio de mayor tamaño que el resto, es una habitación decorada con representaciones de animales en pintura y escultura y una especie de retablo donde se superponen cabezas de toro de cerámica y un frontón donde una osa da a luz. Parece lógico deducir que se trata de un espacio de culto: el primer templo urbano de la historia, una "casa eclesial", es decir, una casa que ejerce de iglesia.
OTRAS CIUDADES Y PUEBLOS     La arquitectura y disposición urbanística de Çatalhöyük ha sido encontrada en yacimientos de otras ciudades de Asia Menor como Asiklihöyük, también en Turquía, Ba'ja en Jordania, cerca de Preta, y Chogamami (Iraq).

Murallas y cabañas de Los Millares (Almería), reconstruidas en el centro de interpretación del yacimiento. Si miras con atención se distingue el cambio de textura en la fábrica de los zócalos y las jambas (mampostería) y el resto de la pared (adobe). Este procedimiento es universal entre pueblos de viviendas estables, e incluso inmemoral, económico y rápido de construir, fácil de hallar todavía como establos y almacenes rurales en el siglo XXI. Fotografía de Wikipedia

Pero su disposición de casas prismáticas y adosadas no es la única posibilidad neolítica. Los espacios circulares son también abundantes en otros núcleos poblacionales como Khirokitia (Chipre) y Jericó (Israel). Las viviendas cilíndricas parecen derivar de la maloca primitiva (véase capítulo 01), donde el tambor de palos o cañas ha sido sustituido por un zócalo de mampostería y paredes de adobe que garantizan mayor durabilidad. Este modelo urbanístico de unidades separadas será el más habiual también en la edad antigua europea (por ejemplo, los Millares en España), hasta que surjan las ciudades organizadas mediante calles principales y secundarias.